Windows 2003 nos permite configurar diferentes tipos de redes. Por un lado redes entre iguales que permiten a cada usuario controlar configuraciones de escritorio, compartir recursos y seguridad. Por lo tanto, no existe ningún control centralizado de seguridad, ningún entorno de inicio de sesión único y ninguna capacidad de mantener un entorno móvil de escritorio. Por otro lado tenemos una arquitectura tipo cliente servidor que nos resolverá todas las deficiencias que presentan las redes entre iguales.
Si creamos un grupo, lo único que perseguiremos es la posibilidad de compartir recursos en
la red, que estará formada por un número reducido de ordenadores. Cada ordenador del
grupo se encarga,por lo tanto, de realizar el control de acceso a los recursos que comparten.
Si optamos por una red cliente/servidor, nos tropezaremos con el concepto de dominio. Un
dominio se trata de una forma de agrupación de ordenadores cuyo objetivo fundamental es
que la seguridad de la red este centralizada en uno o más servidores. En ocasiones,la red es
demasiado grande para crear sólo un dominio, por lo que aparecen múltiples dominios,
cada uno de ellos con servidores que controlan los recursos de su dominio.
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